miércoles, 27 de enero de 2010

why asesinos de mariposas

Iba en el auto de uno de estos susodichos, me sentía mal, muy mal, físicamente mal (luego verifiqué tenía fiebre). Lo escuchaba hablar pero nada de lo que decía me llegaba o me interesaba. Admito tengo tendencias a alienarme del mundo cuando me siento tan mal, pero no era sólo eso, era el saber que estaba dando un show para mí, que pretende venderme un personaje (aún no me queda claro si se lo vende a él mismo también).
Me estaba alcanzando a tomar un colectivo, con honestidad, no necesitaba que lo hiciera. Para nada. Solo accedí (de hecho se lo pedí) porque quería pasar un rato con él. Ahí lo tenía diciendo pelotudeces sobre qué haría con un hijo si lo tuviera, como lo educaría, bien a lo macho alfa por supuesto (lo mandaría a trabajar a los 18 años y si pudiera echarlo de la casa mejor), si fuera varón claro. Si fuera mujer sería otra historia. Más típicamente estereotipado imposible...
De repente me encontré cuestionandome, qué hago acá con este individuo? ¿Por qué estoy escuchando esto? Y me acordé... Hace un mes, antes del approach, antes de los besos, antes del sexo funcional y disfuncional, esta persona me generaba mariposas en la panza. Cual adolescente (a los 31 años) me hizo sentir capaz de seguir experimentando esas maravillosas criaturas que habitan nuestras entrañas cuando un hombre nos gusta.
Lamentablemente esto me hizo pensar en dos cosas, en que rápido que desaparecieron, porqué más allá de que me siga atrayendo en ciertas formas, no tengo más mariposas; y en cuántas veces han desaparecido con esta velocidad vertiginosa...
Entonces pensé en ellos, en esta nueva especie de hombres que últimamente parecen ser los únicos que habitan la ciudad, ávidos de llevarte a la cama con ellos, pero veloces en poner trabas y límites a cualquier tipo de conexión (y relación) emocional. Que se piensan que porque "avisan" están absueltos del "crimen" de no abrirse a las posibilidades. Que valoran los números en su cuenta de mujeres que pasaron por su cama, antes que la calidad de las mujeres o de las relaciones que se establezcan con ellas. Y sencillamente vino este concepto a mi mente. Son asesinos de mariposas. No nos permiten ni siquiera soñar con las posibilidades del enamoramiento. Necesitan cortar las alitas de las pobres mariposas de entrada...
Este blog quizás es un intento de entenderlos, aunque no soy tan ambiciosa. Ante todo es un intento de catarsis.
Veremos que sale...

1 comentario:

  1. La verdad hace rato que no siento esas mariposas,pero recuerdo que era maravilloso el cosquilleo.Es increible ahora los hombres no pueden dejar de presumir con cuantas estuvieron en realidad si te pones a pensar no estuvieron con ninguna solo tuvieron un intercambio sexual,no llega a pasion efimera,es posible que no se acuerden el nombre de la persona con la que se acostaron.yo no soy muy romantica,suelo pensar que han concentrado demasiada atencion en el fisico dejando de seducir el intelecto,sus comentarios son tan vacios,mientras que no tiene ningun interes en conocer la persona que tienen en frente,asi asesinaron mis mariposas,triste pero real

    ResponderBorrar